9/10/25

Decíamos ayer en el Ateneo de Madrid...

 

…tantas cosas sobre el legado de Walter Benjamin o sobre la poética de la novela y el arte de novelar en estos tiempos de ruido y furia.

 

 

Acompañados por la viola de Violeta Pérez Llorente, que abrió el acto con la magistral interpretación de un par de movimientos de la Partita n.° 2, en re menor, de J. S. Bach (BWV 1004), y con las sabias aportaciones de Paula Izquierdo y de Marifé Santiago –¡cuánto saben y qué bien lo expresan!–. Y, cómo no, arropados en la Biblioteca del Ateneo de Madrid por tantos amigos y amigas que acudieron a compartir la tarde con nosotros. ¡Así da gusto tener amigos!

Por todo ello, mi agradecimiento más sincero a todos y cada uno: ¡GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS!

Y, mientras tanto, parafraseando lo que Walter Benjamin escribió el lunes, 15 de julio de 1940, en Lourdes, cuando afanosamente buscaba salvar la vida y salir a toda prisa de la Francia ocupada por los nazis (Pág. 23 de Los papeles de Walter Benjamin), en estos tiempos de ruidos y furia, habitado por tus pensamientos, has de seguir escribiendo, solo escribir, como hacía Kafka, escribir la vida ajena, y hasta la vida propia: «El que escribe y reescribe, reescribiendo –y desescribiendo– se escribe, a la vez que escribe el mundo que le ha tocado vivir».

O, desde otra perspectiva: «Cuídate y sé feliz, que lo demás no importa», según escribió Walter Benjamin el domingo, 22 de septiembre de 1940, cuando se estaba despidiendo del Vieux-Port marsellés y ya se encaminaba al encuentro con la muerte, que le estaba esperando, cuatro días después, en Portbou (Pág. 214 de Los papeles de Walter Benjamin).






 




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