7/6/25

¡París bien vale...

 


…lo que le des, porque la Ciudad de la luz, generosa ella, te lo devuelve con creces!

Y así fue en esta ocasión, en la presentación de «Los papeles de Walter Benjamin», que hicimos el 2 de junio en el Colegio de España (https://www.colesp.org/events/presentacion-de-libro-47/).

El Colegio de España, esa institución señera que el Gobierno de España tiene en la Cité Internationale Universitaire de París para acoger a profesores, investigadores, estudiantes universitarios y artistas abrió sus puertas para recibirnos y presentar en París los PdB. Las imágenes 1 a 6 dan buena cuenta de ello, con Justo Zambrana ejerciendo de generoso anfitrión.










«¡Mala la hubisteis, franceses, en esa de Roncesvalles!», me viene en este momento a la mente, mientras esto escribo en el hotel y la televisión, al fondo, sitúa el marcador en 1-0 a favor de la selección española de fútbol en Stuttgart (Gol de Nico Willians 22´).

Pero en París (y antes en el Lycée International Montebello de Lille), examinamos de Approfondissement Culturel et Linguistique en español a los alumnos de la Cité Scolaire Honoré de Balzac del Baccalauréat Français International (BFI) (Véase la imagen 7).

¡Cuánto saben estos jóvenes franceses! ¡Cuánto les han enseñado los profesores españoles de las Secciones Internacionales! ¡Cómo controlan la lengua y la literatura española! Así da gusto formar parte del jury, del tribunal examinador.

«¡Mala la hubisteis, franceses!», mientras en el marcador aparece ya 2-0 a favor de la selección española (Manuel Merino 25´).

Acudí esta tarde a la Galerie Dina Vierny (rue Jacob 36) para buscar algunos datos e informaciones imprescindibles para la tercera entrega de la trilogía que, como bien sabes, llevará el título de «La alegría de vivir», con la que se cerrará la trilogía «Constelaciones de Europa». Allí me recibió, generoso él, Alexandre Lorquin, nieto de Dina Vierny y director de la galería. Las imágenes 8 y 9 dan buena cuenta de ello.





Los lectores de «Los papeles de Walter Benjamin» bien saben que Dina Vierny aparece hasta cinco veces en la obra. ¿Recuerdas lo que escrito está en «Ante Litteram», el epígrafe que abre la obra? ¿O lo que está escrito en la pág. 265 del libro cuando nuestro autor ya se encontraba a la vera de los Pirineos para encaminarse hacia España y en la terraza de un café de Banyuls-sur-Mer, a la sombra de un árbol frondoso, junto al alcalde Azéma y a Lisa Fittko, el bueno de Benjamin solo estaba pendiente de una mujer morena, sentada sola en una mesa, muy atractiva y sensual, que llevaba puesto un ajustado vestido rojo?

Y en la novela se menciona a Dina Vierny también en la pág. 234 y en la pág. 270. Aunque acaso hayas tenido que esperar a la pág. 360 (Nota 316) para saber que Dina Vierny era la estrecha colaboradora y la modelo preferida del escultor Aristide Maillol, que Dina era una antigua militante trotskista que organizaba una de las rutas clandestinas de paso hacia España por los Pirineos desde agosto de 1940.

Y has sabido también que el vestido rojo de «Didi», que ella utilizaba como señal para que las personas a las que iba a ayudar a pasar por los Pirineos hacia España se reuniesen con ella en la terraza de un café de Banyuls-sur-Mer, sirvió de inspiración a Maillol para pintar en 1940 el retrato titulado Dina con el vestido rojo.

«¡Mala la hubisteis, franceses!», pues ya en el marcador aparece 3-0 a favor de la selección española (Lamine Yamal 54´).

Luego me acerqué al Musée Maillol para seguir recopilando esos datos que necesito para ir configurando lo que va a ser la próxima entrega novelística y admiré la obra del artista y me recreé también con las numerosísimas imágenes del fotógrafo Roberto Doisneau («El beso del Hotel de Ville», incluido, como se observa en las imágenes 10 y 11 formaba parte de la exposición temporal). Sí. Me fotografié al lado del cuadro de Maillol titulado Dina con el vestido rojo, que se menciona en «Los papeles de Walter Benjamin» (Véase la Imagen 12).







¿Recuerdas un epígrafe de la novela «Los papeles de Walter Benjamin» (Pág. 227) que lleva por título «Stefan Zweig en Charavay o el misterio de la creación artística»? Te ofrezco una imagen al respecto (Véase la imagen 13).



Y a ver quién dice que no me acerqué a deleitarme a Shakespeare and Company (Véanse las imágenes 14 y 15) o a rendir los honores a Notre Dame (Véase la imagen 16).






«¡Mala la hubisteis, franceses!», pues ya en el marcador acoge 4-0 a favor de la selección española (Pedri 55´).

Y también peregriné hasta el Jardín des Tuileries para seguir contemplando a Dina Vierny en las estatuas de André Maillol, en el museo de esculturas al aire libre a la vera de la pirámide que abre paso al museo del Louvre (Véanse las imágenes 17 a 19).








Luego fui en busca de Walter Benjamin. Y aunque no pude recorrer los once espacios en los que habitó en París, le homenajeé en el Passage Walter Benjamin, bien emplazado en el Marais parisiense, entre la rue de Rivoli y la rue du Roi de Sicile, muy cerca de la parada del metro de Saint-Paul (Véase las imágenes 20 a 22):

«Si bien recuerdas y no cuentas mal, desde que abandonaste Alemania a mediados de marzo de 1933 –huyendo del nazismo, para nunca más volver a tu país– y te asentaste en París, has utilizado en estos siete años al menos once domicilios distintos –y serían dieciocho si contaras los otros siete en los que, en tus escapadas de París, has pasado algunas temporadas–.

En verdad, lo tuyo no ha sido habitar propiamente los espacios ocupados hasta que no te instalaste hace un par de años, en enero de 1938, en un pequeño estudio un poco más decente que alquilaste en la séptima planta del número 10 de la rue Dombasle, en el distrito 15, cerca de la estación de metro de Convention, donde ya pudiste colgar nuevamente tu Angelus Novus, lo que dio un nuevo sentido al espacio que ocupabas» (Los papeles de Walter Benjamin: Pág. 191).








Menos mal que un gol de penalti de Kylian Mbappé, en el minuto 59, ha salvado el honor de los franceses y en el marcador ya aparece 4-1.

Y en París hasta he disfrutado de una sesión de jazz en «Le Duc des Lombards» con Manouche (Giacomo Smith, Mozes Rosenberg, Wiliam Brunard y Remi Oswald), que no solo de pan –o de literatura– vive el hombre (Véase la imagen 23).



«¡Mala la hubisteis, franceses!», ¡pobrecitos ellos!, pues ya en el marcador aparece 5-1 a favor de la selección española (Lamine Yamal 67´).

Aunque nunca hay que menospreciar a Francia ni a los franceses, ya que Rayan Cherki, Dani Vivian y finalmente Randal Kolo Muani casi aguan la fiesta española, dejando el marcador final en 5-4.

¡París, siempre nos quedará París!



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