9/5/25

Damos fe de que allí estuvimos

  

Es verdad que uno piensa que un escritor solo debe hablar desde sus obras, desde lo que en ellas ha dejado escrito antes de publicarlas. De esa manera los lectores se sienten libres en el proceso de lectura de la obra, sin mediatización alguna.

A la vez que bien recuerda lo que aparece escrito en las primeras notas que Walter Benjamin escribió en 1927 en un cuaderno de cuero negro para lo que iba a ser su monumental Obra de los pasajes, donde figura lo siguiente:

«Nunca hay que confiar en lo que dicen los escritores respecto de sus obras», tal como aparece citado en la página 156 de Los papeles de Walter Benjamin.

¡Pero cómo no acudir a la llamada de Justo Sotelo y de su numeroso grupo de amigos en tertulia amena y distraída!

Por ello, queremos agradecer con todo nuestro afecto a los que nos acompañaron en la tertulia y a las casi trescientas personas que han interactuado después a través de FB, como bien podrás ver. ¡Así da gusto tener amigos!

Unos y otros han podido seguir de cerca la segunda entrega de la trilogía Constelaciones de Europa, que continúa lo que ya inició «Sinfonía de Praga» hace siete años.

Mientras tanto, uno sigue contando la verdad de la vida propia y hasta de la ajena con La alegría de vivir, que cerrará la trilogía, y les dice a los lectores: «Cuidaos y sed felices, que lo demás no importa», según escribió Walter Benjamin el domingo, 22 de septiembre de 1940, cuando se estaba despidiendo del Vieux-Port marsellés y ya se encaminaba al encuentro con la muerte, que le estaba esperando, cuatro días después, en Portbou.




 


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