15/2/18

¿Y si no hubiera clavo en la pared?


           Podría ser poco ortodoxo —y acaso nada recomendable para la unidad y coherencia interna de la obra artística— que el clavo estuviera en la pared y no llegara a aparecer el protagonista al que ahorcar (por no mencionar la pistola que hay que disparar), contraviniendo la pragmática de Antón Chéjov.

          Pero qué me diríais si tuviéramos el personaje para ahorcar y no hubiera modo de encontrar clavo en que colgarle... ¿Le dejamos vivito y coleando, pues? ¿O acaso le llevamos ante el paredón de ejecución, o le aplicamos garrote vil, o le instalamos en la silla eléctrica, o le premiamos con una inyección letal?
          Y en esas preguntas está el principio de la novela, el principio de la obra artística.

(Proposición 23 de “1.11 Mena, ganga, esquirlas y virutas (Making of)”, en 1. “Taller” de Compleméntum (Manifiesto) de Sinfonía de Praga).


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Artículos guardados