Somos lo que somos o lo que queremos ser, encerrados en el taller del artista, buscando que Papeles de Benjamin, intentando que la novela logre su pleno ser.
Lo que era el pasado 16 de junio, tal como lo conocéis, ya no es, o es de otra mejor manera, para lograr ser esa composición mixta où tout se tient y que la obra de arte sea lo que tiene que ser.
Y
para dar fe de ello, algunas imágenes y un fragmento de lo que hoy es, de lo
que Benjamin escribió el 20 de septiembre de 1940, a solo seis días de
encontrarse con la muerte, que, como todos sabéis, le estaba esperando en
Portbou:
6
Casi todo escrito está
20 de septiembre de 1940. Encuentro en
Marsella.
Te has
reencontrado con Hannah Arendt, que ha venido a Marsella, junto con su marido y
su madre, buscando lo que casi todos buscamos, salir hacia Estados Unidos. Muy
grato este reencuentro con ella, como lo fue el de Lourdes, después de su
reclusión en el campo de Gurs. Te ha contado algo, que no mucho, sobre su
recorrido, sola y de noche, desde Toulouse a Montauban, y de lo que allí pasó,
así como de su feliz reencuentro con su marido y con su madre. ¡Tiempos estos,
que, a veces, nos permiten gratas sorpresas!
Una vez
más, cuando os habéis reencontrado, has hecho lo de siempre y le has entregado
a Hannah un ejemplar de las Tesis y dos artículos para que se los dé a
Adorno cuando llegue a Nueva York. Por si acaso…
Pero no
le has contado nada acerca del documento que estás escribiendo, de esta novela
que, poco a poco, va logrando existir y culminando su ser –tan reservado como
siempre, y más en estos tiempos que te toca vivir–. Estos papeles, es verdad
que fragmentarios, que estás escribiendo y van dando fe de vida de lo vivido,
de la novela –representación de la vida– que todo ser humano lleva consigo, y
que acogen también múltiples referencias de tu obra, de tus tesis y de los
pasajes, muy especialmente. Novela como legado de tu vida y de tu obra, como
ofrenda de lo que has sido y has escrito, como tu legado para el futuro, tu
peculiar testamento para las generaciones que vendrán y necesitarán referentes
en los que sustentarse después de este tiempo de muerte y destrucción, después
de este tiempo de ruinas.
Arendt
te anima a marcharte cuanto antes, y más teniendo en cuenta que los visados de
tránsito por España y por Portugal que te han dado tienen validez limitada en
el tiempo, lo mismo que el visado para Estados Unidos.
Voluntad
de suicidio nuevamente, una vez más.
La
suerte está echada. Y como bien te ha reiterado Hannah, no tienes tiempo que
perder, que los salvoconductos y los visados caducan rápidamente y todo lo que
puede empeorar, siempre empeora.
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