Advertido estás, que lo que viene a continuación no es muy
políticamente correcto. Sí, ya sé que en las redes sociales hoy día hay mucho
mirón, que si muchas veces le da al «Me gusta» de manera acrítica, en otras saca
su espíritu vitriólico a campear por el espacio sideral.
Pero tú verás, si sigues.
En
diversos momentos hemos comentado que para escribir novela, entendida esta como obra literaria, es
imprescindible escribirla desde la madurez que da la vida. Y así lo hemos hecho
en esa novela que tú y yo sabemos.
Avisón, Pablos, alerta, que vienen curvas.
A título de ejemplo, me resulta sorprendente y en
modo alguno admisible que un premio que ha sido prestigioso como el Biblioteca
Breve de Seix Barral se le entregue a una jovencita veinteañera y a una novela
que para qué, que no es novela ni es nada —y diría en lenguaje coloquial, que
quedaría más propio en este caso: a una
novela que pa qué, que no es novela ni es ná.
Y encima
tienen la desfachatez de promocionar la novela ganadora, muy mal acogida por la crítica y los prescriptores de
opinión y por las redes sociales, bajo el rótulo “Los lectores sois los que
hacéis grande un libro”, a página completa, e incorporando la supuesta opinión
elogiosa de once lectores, que tienen los nombres, edades, sexo y
características adecuadas —solo dos hombres frente a nueve mujeres, así está la
lectura— (¡puro y falso marketing!), como puede verse en la página 23 del
último “El Cultural” de El Mundo,
de 19 de abril), suplemento en el que se han dado muy significativos palos a la
novela en cuestión.
En la
literatura, como en cualquier ámbito de la vida, también es legítimo y
necesario incorporar el criterio de “valor”, que no todo lo que se vende —y se
vende, a veces mucho, y muy bien— como literatura lo es.
¿Qué
opinará al respecto el ilustre jurado de hombres ilustres que firmó el acta del
61 Premio Biblioteca Breve?
¿O qué
dirá la ilustre entre las ilustres Elena Ramírez, bajo cuyas alas se promueve todo
esto?
¿Qué
dirá Ignacio Echevarría, que escribe su comentario semanal siete páginas más
adelante en el mismo “El Cultural”, después de lo que ha escrito sobre la novela
nomencionada?
¡Y a la
autora de esa novela nomencionada la han empezado a sacar en El País todas las semanas, que columna
le han dado para ello!
Y dicen
que va por la 3ª edición el libro nodicho. Nos lo creemos, aunque no sabemos
cuántos ejemplares han editado en cada una de las dos ediciones anteriores.
Y no voy
contra le edad de la autora nodicha. En mi opinión, es posible escribir poesía
y hacer poesía desde la juventud, aunque no sé si es muy válida la poesía que en
este momento difunden tantos jóvenes y no tan jóvenes en las redes sociales y
en las ediciones al uso, la nodicha incluida: Poesía es algo más que contar que
iba yo por un camino y me encontré con un espino; es mucho más que los efluvios
líricos y sentimentales al uso. ¿O no?
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