En la
columna “Al trasluz”, que publica hoy el periodista Eduardo Aguirre en Diario de León, se pueden leer algunas
reflexiones y comentarios sobre Sinfonía
de Praga y sobre su autor (https://www.diariodeleon.es/noticias/opinion/dos-aqui_1325211.html):
Nunca
leo un libro solo porque el autor sea leonés. Una vez concluido, si me ha
gustado y además es paisano… miel sobre hojuelas. Acabo de finalizar la novela Sinfonía de Praga, de Demetrio Fernández
González. Me ha parecido excelente. Dicho esto, saco pecho chauvinista: es de
los nuestros. Mejor llamarla «nowwwela» o «nowebla» como se sugiere, pues el
papel no es su límite físico. El lector de la obra puede acceder en la Red a
contenidos adicionales, tal las películas en deuvedé. Don Demetrio es de
Villahibiera, como mis amigos los hermanos González: Amancio y Germán. Que
alguien nacido en un pueblo que no llega a los 150 habitantes haya escrito una
obra tan europea parece paradójico, aunque a él se le nota que lleva encima
mucho kilometraje, mucha lectura y mucha música. Por Sinfonía de Praga asoman Kafka, Brod, Einstein, Schödinger, Mahler…
también los horrores del Holocausto, aunque no solo los de este. Trama y
subtramas atrapan como anzuelo de Hitchcock. No nos conocemos en persona -vive
en Madrid-, aunque hemos intercambiado correos. Catedrático de literatura e Inspector
de educación, ha ocupado cargos en este ministerio, dentro y fuera de España.
¿Autor leonés? Sí, claro, pero de vuelo alto, en su fondo y en su forma.
Contiene una ironía lapidaria muy nuestra. En efecto, el autor es villahibierense;
el narrador, también (Cervantes nos enseñó a no confundirlos). Les gustará si
les gusta Umberto Eco. O sea, si son buenos lectores.
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