La obra de arte que se
presenta bajo el marbete de Sinfonía de
Praga se adscribe al género literario de novela. Para su autor era esa la mejor forma de no–definirse,
entendiendo que en cuanto novela, adscrita
a un género proteico y misceláneo —como ya hemos dicho—, en ella cabía todo, se
prestaba a todo, incluso a cualquier capricho de un ser experimentado que se
las sabía casi todas y quería y deseaba nuevos goces, una vuelta de tuerca más
en la serie literaria, en el canon concebido y conocido bajo el rótulo de novela.
Luego, en el transcurso
de la historia, ya fue Meme, personaje de singular importancia en la obra —ya
que, aparte del papel de mediadora y facilitadora, puede que copista y
transcriptora infiel, o traductora que amaña y traiciona el texto de la
historia a su manera —traduttore,
traditore—, aparte, en fin, de ejercer como nuestra particular Benengeli en
la obra, quiere más y quiere ser también, entre otras cosas, la sabia retórica
que se acerca al narrador con disquisiciones sobre el arte de novelar—, quien
hizo saber al narrador a través de un sms
lo siguiente: «Creo que la palabra novela
ya se te queda corta y hay que buscar una nueva denominacion, un nuevo nombre
para la nueva cosa».
Fue así como el
narrador decidió, a partir de esa reflexión de Meme, denominar nowwwela
o nowebla a su obra,
donde www o web
hacen referencia a la World Wide Web, madre de tantas madres —o
padre de tantos hijos no putativos—, y muy especialmente a la galaxia google y a todo lo que con ella se interrelaciona.
Y no tanto o no solo por la importancia de la web en el proceso de elaboración de la obra
—que también— cuanto por la trascendencia que la web
ha de tener en el proceso de
difusión de la obra ya creada.
Del
"Prospecto" de Sinfonía de Praga
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